jueves, 7 de noviembre de 2013

dolida.dolorida


dolida.dolorida

se que ha pasado un mes (más de un mes más bien) desde el segundo y último post. han pasado muchas cosas desde entonces, como es habitual en la vida de cualquier persona. y en este proceso de cambio en el que me veo inmersa, cada día parece una semana, cada semana parece un mes. intento echar la vista atrás y no logro recordar con exactitud qué estaba haciendo y si lo recuerdo, parece que fue hace una eternidad.
tampoco es algo que sea realmente importante, ya que desde hace tiempo me he propuesto vivir únicamente en el ‘ahora.’ quizá permitirme pensar un poco a medio plazo. me niego a vivir pensando en 6 meses vista sin saber qué día es hoy ni dónde estoy o poder tener tiempo para dedicarme ese ritual nocturno que me da la vida y me ayuda a recuperarme y asimilar. me niego a vivir como hasta hace bien poco. siempre preparábamos proyectos, preciosos por cierto, que ocurrían a 6 meses vista. y cuando llegaban los 6 meses en los que habías estado trabajando duro y sin levantar cabeza, disfrutar ni un solo día ni tener vida social o emocional, apenas podías disfrutarlo o saborearlo (ese trabajo realizado) porque ese día ya estabas preparando el siguiente que ocurriría a los siguientes 3, 6 meses o un año.
y es cierto que aunque ahora continúo realizando trabajos de cara a futuro, dentro de la misma profesión, estoy viviendo mucho más el presente. saboreando el momento. incluso durante los momentos de dolor. en esos casi es  en los que más importa todo.

intento focalizar  mi atención en lo que ocurre ahora, y dejar de pensar en cosas (sobre todo relacionadas con el dolor) como: esto va a ser siempre así, menuda mierda, por qué a mi? , por qué apareces en el peor momento, no puedo más, etc… ya comenté hace un mes que la batalla la iba ganando, y creo que una de las razones principales de este éxito parcial es precisamente eso, centrarme en lo que ocurre ahora, intentar mejorarlo o solucionarlo y si no tiene solución, asimilarlo y lograr vivir dentro del máximo confort, tranquilidad, calma y calidad la situación o problema existente. porque hay que seguir viviendo a pesar de lo que ocurre, hay que seguir.  y si solo pienso en ahora, no siento angustia por mañana e incluso me siento mejor cuando dejo de preocuparme por todo o todos todo el rato.

hace un rato, me encontraba charlando con un socio medicinal en lasanta. hablábamos y compartíamos palabras y emociones. realmente, y tras vivir a diario este tipo de conversaciones (sobre todo el último año) he de decir que realmente si creo que entre los enfermos crónicos hay una conexión y un lenguaje especial. cada día me ratifico. incluso cuando se suma alguna persona a la conversación ya existente entre dos enfermos, y aún sabiendo esta tercera persona lo que nos ocurre a cada uno, resulta difícil explicarle cómo la gente desaparece de tu vida cuando hay un dolor o una enfermedad. resulta difícil explicarle cómo cuando conoces a una persona que te gusta dudas si decirle de primeras lo que te ocurre. hemos llegado a la conclusión de que mejor desde el principio, porque si empiezas a sentir cosas, la posible negativa a los quince días duele más aun. resulta difícil que la gente entienda que has llegado a hablar con tu familia, pareja y amigos más íntimos y les has dicho: el día que yo decida que ya está bien, que no quiero vivir más así, necesito que respetéis mi opinión. resulta difícil que alguien entienda lo mal que sienta dar pena. y en este punto mi aportación, ahora mismo, es que hemos de dejar el ego de lado, y dejarnos ayudar. que hay gente que realmente si quiere ayudar. y que una cosa es la pena y otra el cariño. nadie queremos dar pena ni mucho menos, pero igual que nosotros ayudamos de corazón, hemos de aprender a recibir esa ayuda. es un gran ejercicio vital, reconocer que necesitas ayuda y dejarte ayudar, de humildad básicamente.  lo estoy haciendo desde hace muy poco, y TODO lo que he recibido, ha sido positivo. he abierto mi corazón, y todo lo que ha venido han sido cosas buenas, y mi relación con toda la gente a su vez mejora, y yo mejoro. algo tan simple y complicado como esto produce una mejoría. esto es así.

pero, por supuesto, no es nada fácil.
a todos nos gusta mucho ayudar, pero no ser ayudados. ego y el orgullo nos impiden abrirnos a recibir ayuda. no ayuda material, por supuesto. y cuando hablo de recibir ayuda, hablo de cosas serias. no de la ayuda de boquilla y para la foto que ofrece la gente en el momento que se espera que lo diga y luego no acude.  la gente que más ayuda necesita, es la que menos la pide y más le cuesta sacar las palabras y fuerza para pedirla y recibirla; y la que, por lo general, menos se queja.

resulta difícil explicar y confesar a bocajarro que la gente que desaparece de tu vida, que no comprende, que se cansa, que no se preocupa en leer acerca de lo que le ocurre ese amigo,  y empatiza. eso lleva mucho trabajo y no todo el mundo está dispuesto. y aunque al tercero en cuestión le parezca algo inhumano ese comportamiento que estamos contando, nos mira incrédulo... resulta que existe.todo esto para nosotros son conversaciones de cosas cotidianas. a ese nexo me quiero referir, a que no suena nada marciano o insano mentalmente.

y hoy, me he dado cuenta que todo esto para mi es algo que ha dolido mucho, y que por fin, ya ha pasado (casi del todo). siempre queda algo, pero es algo que ya no ocupa parte de mi tiempo. lo que digan los demás, su comportamiento contigo. he de confesar, y por eso hablo de abrir corazones, que desde que he comenzado a compartir mis pensamientos y mi vida, noto con creces el cariño de la gente que me rodea cada día. y me dejo ayudar. y disfruto sus sonrisas y abrazos. y estoy recibiendo mails preciosos, otros angustiantes como mis experiencias pasadas. me siento llena de vida.

estamos haciendo un gran trabajo desde la asociación con los enfermos, y tras sopesar muchos días una labor como la terapeútica en la que estoy inmersa y el trabajo habitual, he de decir que me siento plena sumando las dos cosas. por trabajar en mi pasión, que es la música; y por otro lado, porque estoy dedicando horas, y mucho esfuerzo a leer, estudiar, hablar con enfermos, buscar soluciones, y está siendo todo precioso. me llena más que salir de borrachera con mis amigos. lo siento como otro nivel de satisfacción, un hueco indescriptible que llena en mi vida. y nos queda tanto trabajo aún por hacer….

venía en el coche, muy dolorida. deseando llegar a casa. he cancelado todos los planes para hoy. el cuerpo me pide meterme en la cama y ahora mismo, escribir todo esto. y ahora me siento un poco mejor. bien.
dolida y dolorida

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