jueves, 6 de febrero de 2014

el remedio y la enfermedad


 
ahora ya es siete de febrero.

creo recordar sí mi pobre memoria no me falla que hace justo un año pasé una de las mejores tardes/noches de mi vida, viendo a david bazán en concierto. llevaba años esperando ese día. ahora llevo días esperando al de hoy.

en ese momento, no imagine que un año después, un durísimo año después, estaría viendo llover, viendo cómo el viento rompe paraguas y como casi se vuela la gente mirando por la ventana de mi habitación del hospital...  observando, sin prisa porque no tengo nada mejor que hacer,  como muy poco a poco se apagan las luces de los monstruosos edificios de oficinas de la castellana desde mi habitación...me viene a la cabeza la trama inmobiliaria que hubo en la antigua ciudad deportiva, especulaciones, y más mierda corrupta, pero prefiero focalizar y hacer hoy otra lectura sobre estas torres.

hasta llegar aquí, al punto en el que me encuentro ahora mismo, han pasado muchas cosas, y alguna catarsis personal que ha impulsado de un modo poco consciente todo este giro vital, con el que por el momento, me encuentro encantada. romper es algo nada sencillo, es algo que llevas tiempo aguantando, sufriendo apretando dientes, acarreando tanto y tanto pesó innecesario a la espalda, provocando malestar, ansiedad y mucha ira y frustración. cuantas veces seguimos enganchados a cosas, hábitos, personas dañinos solo por el miedo de lo que va a quedar, de la soledad. O pensar, cómo voy a ser capaz de vivir sin esto. cuando la realidad dice que hay que quitar para poder poner. sacar lo malo para que entre lo bueno. la teoría es preciosa la práctica no tanto...cuando en realidad, la cuestión es que la vida te lleva a situaciones en las que hay que dar el puñetazo en la mesa, quitarse la venda de los ojos y tomar decisiones, decisiones como estas.

y hoy, cuando hemos estado haciendo unas fotos de la espalda, las últimas con los neuroestimuladores, y las he visto a través de la pantalla, me he quedado paralizada. me quedo paralizada porque yo no me veo por detrás, yo ni me miro al espejo porque no me gusta y porque no me gusto. porque mi cuerpo ya me ha hecho bastante daño como para quererlo... y esta absurda manera de pensar y sentir es algo que me ha acompañado durante toda la vida desde que tengo uso de razón porque ya tenía dolores.

no se cómo podría ser vivir un día sin dolor. no lo imagino...y quiero poder sentirlo. una gran parte, puede que esté en mi mano, y en mi trabajo mental ..

hoy he visto mis cicatrices, y si...mi espalda es un cuadro, llena de unas cicatrices que parecen tatuajes...ojalá fuera algo como lo que he elegido como tatuarme, todas las veces esa frase con ese  potente significado vital.
cuando muestro la espalda, a veces (la mayoría de las veces) puedo sentir y leer  la cara de la gente.... su gesto normalmente es una mezcla de gestos de dolor, pánico de pensarlo, grima y pena.

y hoy, para esta última operación, quizá la más difícil y la que más deseo, doy gracias porque por una vez he tenido la suerte de compartir habitación con una chica maravillosa y muy fuerte de mi edad. pero hoy por suerte, nadie me juzga y me respeta el ritual y el estado de nervios lógicos que acompañan a la noche previa a una cirugía.

 la número 11. la última.

la eficacia de los neuroestimuladores no la niego, yo he mejorado. mi dolor bajaba puntos, y yo estaba muy contenta. hasta que estas pilas comenzaron a generar otros graves problemas y muchas molestias debido a mi delgadez. se salían los polos (claro, no puedes estirarte demasiado, pero yo tenía y sigo teniendo muy claro que no dejo el yoga, es fundamental para mi, y no puedo dejarlo. y últimamente lo práctico mucho menos de lo que debería). no podía dejar el yoga, y mi delgadez hereditaria no estaba ayudando. y algún tratamiento para engordar tampoco funciono... ni creo ahora que me conveniese intentar meter grasa y más peso. pero me clavaba las pilas y los cables que ven por dentro por el sacro. y una y otra vez, unas escaras horribles, heridas por dentro del roce de ese material sintético dentro de mi.

todo comienza cuando en mi última visita al médico, con demasiado dolor ya, me comentan que había que volver a entrar porque algo se clavaba o se había salido. y que podríamos probar poner las pilas ya entre el músculo y el hueso (ahora va subcutáneo). lógicamente, esa nueva ubicación propuesta ni la considero por un segundo, porque no se va a experimentar o probar nada más, sin tener claro o medir los riesgos y el posible daño a largo plazo.

durante el pasado mes de junio de 2013 tuve la quizá fue la peor idea y operación posible.  siempre bajo la premisa de la buena fe, y querer que aquello funcionara. pero resulta que todas veces que han abierto, y cerrado han hecho un daño mayor al existente previamente.

no soy masoca, y aunque hacemos bromas sobre mi "tarifa plana" en los quirófanos de La Paz, ha llegado el momento de poner fin a todo esto. Si¡! Los neuroestimuladores funcionan y he logrado bajar medicación el pasado mes de agosto (los opiáceos a la mitad de dosis, nada más y nada menos) pero no puedo más.

no puedo tumbarme boca arriba, no puedo ponerme un simple pantalón vaquero (ya se que no parece nada importante a priori, pero lo es),no puedo hacer bien mi yoga, no puedo viajar.... y que a nadie se le ocurra acercar mi mano a la espalda en la zona de las heridas. es que ya la mitad de mi espalda está insensible, toda la zona lumbar es un dolor constante. quema mucho y me siento mal a todos los niveles. me frustra millones....

se que aparecer hace cosa de un mes y sentarme con todos mis médicos y pedir que me quiten esto de mi cuerpo de un modo urgente no es lo habitual, pero cuando el remedio es peor que la enfermedad, has de decidir. también muchas veces pienso qué bien puede hacer todo esto, ya no sólo las heridas de las cirugías, sino que mi cerebro esté recibiendo una señal constante eléctrica para sentir menos dolor. no debe ser bueno, porque no es natural. y porque yo no necesito esto como algunos otros enfermos con problemas de movilidad o cerebrales. mi dolor no va a desaparecer, no lo hace ahora mismo (en mis últimas horas con ellas) y si pude sobrevivir y ser más feliz sin morfina, espero estar ya lista para este nuevo o reto... he conocido aquí, en el hospital, casos de gente que esta encantados pero para mi, ha llegado la hora  de parar.

 ya no vuelvo a entrar porque ahora vamos a intentar mover los cables o sacar grasa del cuerpo para tapar.... todas las propuestas me sonaban marcianas y lo eran.  y quizá esto le pueda venir bien a alguien que ya no quiera hacer cosas en la vida, pero yo estoy deseando hacerlas, volver a trabajar, disfrutar del amor, de mi nueva vida... y aunque los médicos apuntan a que no voy a ser capaz de resistir el dolor sin volver a los morficos, es cuando decido que con razón de màs quiero quitarlo. todo es es pan para hoy y hambre para mañana. y una vez se ha dañado tanto la espalda a nivel interno con tanto abrir y cerrar, ya no lo soporto más.

esta tarde, mientras preparaba todo para venir aquí (disco incluido para el rato en el quirófano) pensaba en no pensar en el futuro más próximo: llegar a casa llena otra vez de heridas, puntos y cicatrices. ni poder levantar los brazos sin que tire todo.
abren por tres sitios ala vez, es normal que tiré todo... pienso ahora, casi a las 02.00 am en el largo día que me espera mañana, en ir a casa y refugiarme, en las curas, los puntos y estar boca abajo día tras día hasta que cure todo. y esta vez no voy a salir corriendo, ni hacerme un ciclo entero de conciertos con los puntos aún ahí, porque nada merece la pena que realice un esfuerzo... porque nadie lo merece, porque hay que priorizar y porque la que sanará mal soy yo. y todo se paga muy caro. y llevo mucho tiempo pagando precios muy elevados

ahora es el momento en el que piensas: Muy Poca Broma.

todo esta cogido con alfileres, menos mi fuerza mental, que está a tope. aún no puedo imaginar la sensación que será despertar de la anestesia y como siempre hago (lo primero y de modo inmediato e intuitivo) echarme las manos a la espalda para sentir como ha quedado todo, cómo se siente.

tengo claro que no quiero (al menos durante un par de años) pisar más un quirófano y con esa esperanza lo vivo. no tengo ninguna gana de pasar otra vez por este proceso tan complicado y delicado, del que se que es mi último trámite, y que voy a cerrar esta puerta (y alguna otra mas) y dedicarme a mirarme en el espejo, quererme, y luego dedicarme a quererme y querer a los míos y toda esta gente que estoy ayudando desde el gabinete terapéutico de madfac. me hace feliz, me llena.

y muy pronto, y una vez haya descansado, asimilado y sanado, comenzar a trabajar sobre aquellos proyectos que tan bien me van a hacer, que comienza con mi nuevo proyecto de vida. allá donde me lleve, con la mente abierta a la vida y hermética a todo aquello tóxico.


2 comentarios:

  1. En estos 15 años he llorado mucho, mas que reir, y no han sido lloros de moquera y pañuelín, no, he llorado a mares gritando como un poseso borracho de frustración.
    Al principio me lo provocaba cuando notaba el plexo a reventar ( el centro del pecho justo al acabar las vertebras flotantes ) y lloraba durante horas hasta que me vaciaba totalmente, luego con el tiempo solo cuando estaba a punto de cometer locuras incitadas por el fentanilo.
    Llorar y llorar me ayudó a no matar( incluido a mi ), a relajarme, a descansar y a seguir luchando. El problema de nuestra enfermedad es que exteriorizar con tus cercanos solo les lleva a llorar de impotencia también, cosa que no ayuda a ninguno y te obliga a decidir el no contar tus pensamientos a nadie, y eso te llena mas el plexo y mas lloras en una vorágine sin fin que sólo beneficia a los fabricantes de pañuelos de papel.
    Seguimos llorando en la intimidad porque los servicios sociales nos han abandonado si es que alguna vez estuvieron allí.
    Lloramos por sus métodos, su incitación a la drogadicción por que sí, porque estamos a la deriva, naúfragos en un mundo de útiles somos abandonados a nuestra suerte, la mendicidad o la muerte.
    Lloramos por la indiferencia y la crueldad con la que nos encontramos.
    Lloramos a cara descubierta y no vamos a parar hasta descubrir la vuestra, la cara de los recortes asesinos, la cara del nazismo aplicado en el siglo XXI a todos los dependientes que vivimos a lágrima viva cómo la casta política nos apaga lenta y sutilmente.
    Les importamos un carajo porque estamos escondidos en nuestras camas/sillas, somos invisibles pero la mierda desborda la alfombra y debajo no queda hueco para una pelusa mas.
    Sois escoria con carnet de socio de las clínicas que avalan vuestra salud, pero esto no puede quedar así, o lloramos todos o se rompe la baraja.

    EL LLORADOR NOCTURNO

    " Ríe y el mundo se reirá contigo, llora, y el mundo dándote la espalda te dejará llorar " Charles Chaplin
    " Vaya otoño nos espera amigos" Rubén Sanz

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  2. Carola, he intentado buscarte en el facebook y no consigo dar contigo. Yo tambien tengo dolor cronico de espalda y tambien pase por el neuroestimulador, lo que paso es que no me daban "los calambres" en el sitio donde me dolia y a los 4 dias de continuos calambrazos a la hora de buscar el sitio me lo tuvieron que retirar. Necesito hablar contigo y preguntarte como fue el ir dejando el fentanilo, como lo hiciste y cuanto tiempo te llevo.
    Por favor, si puedes ponerte en contacto conmigo te lo agradeceria....pues estoy perdida.

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